sábado, 7 de julio de 2007

Quién tanto buscó...

Esa noche la sintió a su lado
y ya no quiso despertar,
era como siempre había soñado,
tan sencilla, tan sensual.
No acertó a ver su rostro,
ni siquiera la pudo tocar,
mas no salía de su asombro:
era quién siempre quiso amar.
A quién tanto buscó en vida
entre últimos suspiros encontró,
su cuerpo busca una salida,
lucha contra el coma en el que entró.
Demasiado tarde... ella le reclama,
le muestra el camino,
a su mente engaña...
es su destino.
Su vida ve pesar en un segundo,
se apaga su luz, su corazón,
quién del amor fue un moribundo
en la muerte encontrará su salvación.
Ya en esa fría habitación
llueven mares por su ausencia,
su gente le reza a Dios:
"Llévale contigo, ten clemencia".